viernes, 8 de julio de 2011

Conflictos Laborales

Una de las situaciones que afectan a las personas de manera más frecuente e intensa, es la de tener problemas o conflictos interpersonales en el trabajo. Cuáles son los conflictos más frecuentes, que los causa y cómo prevenirlos y resolverlos? Siga leyendo.


El ámbito laboral es uno de los más sensibles en la vida de las personas. Y hay razones de peso para que sea así, pues el trabajo se relaciona con el sustento económico, el talento personal y las metas. Pensemos que una persona pasa más en promedio 100 mil horas de actividad a lo largo de su vida. Así, pues, trabajar es un evento altamente significativo y cualquier situación que amenace nuestra productividad o nuestro bienestar emocional, puede desestabilizarnos.


Un conflicto es una situación de desacuerdo que encuentra resistencia para su resolución. Conviene señalar que desacuerdo no significa conflicto, pues un desacuerdo es una diferencia de puntos de vista, y lo que lo convierte en conflicto es la rigidez en las posiciones, que impide convenir o armonizar.
En el mundo organizacional pueden presentarse situaciones de conflicto entre personas o grupos, y éstas pueden expresarse de manera evidente o permanecer latentes y ocultas. Es necesario develar las tensiones existentes y abordarlas.





En mi experiencia las perspectivas de quienes están en el conflicto, se resumen en tres situaciones causales: conflictos por abuso de poder, por competitividad y por incumplimiento de funciones o bajo rendimiento.

 En muchos casos se producen quejas de abusos de poder de los jefes o de algunos empleados lo cual genera rebeldía y tensiones locales. Otras veces, el que varias personas persigan la misma meta puede hacerlos chocar, y también se dan casos en que los jefes se quejan de empleados desmotivados, perezosos o incumplidos que no cumplen las asignaciones o impiden impide el logro de las metas en el tiempo o en la forma predefinidos. Debe entenderse que no siempre las causas del conflicto son evidentes o están visibles, por lo que aplica bien la frase de Daniel Goleman:”Los problemas están donde uno los ve”.


Las personas quieren tener y conservar un trabajo, destacar en él y resolver su situación de productividad, y es necesario evitar confrontaciones, y elegir la mejor manera de relacionarse que nos es precisamente la imposición. Como alternativas más positivas, están la negociación y la persuasión. La negociación es un mecanismo en el que cada parte en conflicto cede algo, y la persuasión consiste en motivar a la contraparte para que quiera asumir nuestro punto de vista a pesar de las resistencias. Veamos algunas recomendaciones puntuales para prevenir y resolver los conflictos:
Aceptar las diferencias: Comprenda que las personas no son iguales a usted y que no están obligadas a complacerle.
Negociar acuerdos: Busque los puntos en común y pregúntese si puede ceder un punto para ganar en otro.
Clarificar funciones: Defina claramente el alcance y los límites de su rol o posición laboral. Así, nadie invadirá los espacios de acción de otros. Despersonalizar los hechos:
No se tome como algo personal las conductas de los demás. Cada quien hace lo que estima conveniente a sus propósitos.
Documentar acuerdos: Todo por escrito: El trazo más débil de un lápiz es más fuete que cualquier memoria. Ponga lo que es importante por escrito. Tener evidencias es mejor que no tenerlas.
Respetar roles y reglas: Respete las jerarquías profesionales, pues quien tiene un rango algo hizo para obtenerlo. Conocer el lugar que nos corresponde es una clave para relacionarse con éxito.
Responsabilizarse: Abandone toda posición de víctima y pregúntese que está usted haciendo para generar o mantener esta situación.
Regular la confianza: Evite los excesos de confianza. Amistad y trabajo deben tener compartimientos distintos para no confundir las cosas. Aprender del error: Si se equivoca, admítalo con humildad y esfuércese en no repetir los errores.
Reducir el estrés: Es importante reducir el estrés pues bajo tensión reaccionamos y la percepción de las situaciones tiende a alterarse. Busque el punto divertido o relajado del trabajo e inclúyalo cada día.

Fuente: Gestopolis.com

miércoles, 16 de febrero de 2011

Modelo de liderazgo situacional

Este término se refiere a un modelo de liderazgo muy conocido y utilizado mediante el cual un líder adopta diferentes estilos de liderazgo dependiendo de la situación y del nivel de desarrollo de un colaborador.
La mayoría de nosotros hacemos esto en nuestras relaciones con diferentes personas: tratamos de no enojarnos con un colega en su primer día de trabajo, tener paciencia con alguien que no posee ciertas habilidades o dejar que el colaborador eficaz busque nuestro consejo en lugar de supervisarlo de cerca.
Paul Hersey fue el que diseñó modelo de Liderazgo Situacional a fines de los 60, definiendo que se puede analizar una situación determinada para luego adopotar un estilo de liderazgo apropiado.
Este modelo se volvió muy popular con los mandos a través de los años porque es fácil de entender y funciona en la mayoría de los lugares de trabajo con la mayoría de las personas
Este modelo no sólo se aplica a personas en puestos de mandos o liderazgo: todos lideramos en el trabajo o en nuestras casas.
Ken Blanchard, conocido gurú de management junto con Hersey caracterizaron el estilo de liderazgo en términos de cantidad de dirección y apoyo que un líder le da a sus colaboradores y crearon una grilla muy simple.


Dirección. Los líderes definen los roles y tareas de su seguidor y los supervisan de cerca. Las decisiones las toma y las comunica el líder
Coaching. El líder define roles y tareas, pero pide ideas y sugerencias a sus seguidores. Las decisiones las toma el líder pero la comunicación es de dos vías.
Apoyo. El líder deja las decisiones del día a día a sus  colaboradores. El líder facilita y toma parte de las decisiones pero ejerce el control con el colaborador.
Delegación. Los líderes están involucrados en la resolución de problemas y toma de decisiones pero el control lo ejerce el colaborador. El colaborador decide cuando y como el líder se involucrará.

Los líderes efectivos y versátiles serán capaces de recorrer la grilla de acuerdo a cada situación, por lo que no hay un estilo de liderazgo que sea el correcto.
De todas formas los líderes tienden a tener un estilo preferido y para aplicar el liderazgo situacional es necesario que sepas cual es el tuyo.


Niveles de desarrollo
Claramente el estilo de liderazgo correcto va a depender de la persona que haya que liderar (el colaborador). Blanchard y Hersey extgienden su modelo de liderazgo situacional e incluyen niveles de desarrollo del colaborador. Afirman que el estilo del líder debe ser conducido por la competencia y el compromiso del colaborador y detallan 4 niveles:

D4. Alto nivel de competencia/Alto nivel de compromiso. Tiene experiencia en su puesto y se siente cómodo con sus habilidades. Quizás tenga más habilidades que el propio líder
D3. Alto nivel de competencia/Compromiso variable. Tiene experiencia y es capaz pero quizás le falte un poco de confianza para hacerlo solo o la motivacion para hacerlo bien y rápido
D2. Alguna competencia/Bajo compromiso. Quizás tiene algunas habilidades relevantes pero no será capaz de hacer el trabajo sin ayuda. La tarea o la situación quizás sean nuevas para él
D1. Baja competencia/Bajo compromiso. Falta de habilidades para realizar el trabajo y carencia de confianza y/o motivación para abordarlo

Los niveles de desarrollo son también situacionales. Alguien puede ser muy preparado, tener confianza y estar motivado para hacer su trabajo pero cae en el D1 cuando tieen que enfrenatar tareas que se da cuenta que no está capacitado. Por ejemplo muchos mandos son D4 en las tareas cotidianas de su departamento pero caen a D1 o D2 cuando tienen que lidiar con problemas sensibles de los empleados.

LIDERAZGO SITUACIONAL

Blanchard y Hersey decían que el estilo de liderazgo S1 y S4 del líder corresponde a los niveles D1-D4 del colaborador y es el líder el que se adapta.
Adoptando el estilo de liderazgo correcto que encaje con el nivel de desarrollo del colaborador, el trabajo se realiza, las relaciones interpersonales crecen y lo más importante el nivel de desarrollo de los colaboradores se acerca o llega a D4 para beneficio de todos.
Para realizar un trabajo de liderazgo situacional el líder tiene que pasar por un programa de entrenamiento donde aprenderá como opera efectivamente en todos los estilos de liderazgo y como determinar el nivel de desarrollo de otros. La organización Blanchard en EEUU es especialista en este tipo de entrenamiento en todo el mundo.

Fuente: Losrecursoshumanos